Según un estudio de la OCDE tan solo el 10 % de las empresas sobreviven más allá de una década, mientras que el 70 % fracasan entre 3 y 5 años después de su fundación. Aunque los motivos son variados, la mala gestión empresarial, la falta de planificación de recursos y la ausencia de liderazgo suelen ser los principales motivos.
Y es que, aunque las personas son el alma de cualquier empresa, estas necesitan de la presencia de una gestión y liderazgo eficiente para transitar por el mismo camino y alcanzar los objetivos propuestos.
De lo contrario, el caos y la desorganización se apoderará del mando de la empresa. Y en un mar lleno de peces hambrientos, navegar sin rumbo ni dirección es igual a comprar un ticket hacia la deriva.
En este artículo recordaremos en qué consiste la gestión empresarial, cuáles son sus principales características o los puntos clave para conseguir una gestión eficaz que potencia las posibilidades de éxito de cualquier negocio.
¿Qué es la gestión empresarial?
La gestión empresarial es el área encargada de administrar eficientemente los recursos disponibles de una empresa con la meta de cumplir sus objetivos productivos, financieros y de crecimiento. Es una tarea del departamento directivo de la empresa, dirigida principalmente por una figura de liderazgo como el director ejecutivo o CEO. Existen 4 herramientas básicas de gestión que toda área de gerencia debe tener en cuenta:
- Plan de negocios: es el documento que establece la visión estratégica de la empresa, define objetivos, y establece los medios y las etapas para alcanzarlos. Se debe elaborar esta guía antes de poner en marcha cualquier negocio, así como revisarla regularmente para ver si se están cumpliendo los objetivos y reestructurarla en consecuencia.
- Estructura: se debe definir cómo se estructura la organización, desde los roles y responsabilidades hasta los departamentos, el modelo de negocio, la cadena de mando o los flujos de trabajo. Cada miembro del equipo debe conocer su papel y cómo su trabajo contribuye a los objetivos generales de la empresa.
- Contabilidad: la administración económica de la empresa es un punto clave que se incluye dentro de las funciones de la gestión empresarial. Se debe proveer una estructura financiera viable a largo plazo y un manejo del flujo de caja que permita la supervivencia y el crecimiento del negocio. También es esencial un control estricto de los gastos y una inversión inteligente de los recursos financieros.
- Recursos humanos: las personas es el recurso más valioso de cualquier empresa. La gestión empresarial también implica la contratación, formación y retención de empleados talentosos, así como la creación de un ambiente de trabajo productivo y motivador.
¿Por qué es tan importante una gestión empresarial eficaz?
Entender la importancia de alcanzar una gestión empresarial eficaz es muy sencillo si lo comparamos con la economía familiar.
Al igual que en un hogar donde se necesita una administración eficiente de los recursos disponibles para cubrir las necesidades de todos sus miembros y ahorrar para el futuro, una empresa también necesita una gestión efectiva para utilizar sus recursos de manera óptima, alcanzar sus metas y asegurar su crecimiento a largo plazo.
Si una administración sensata, estructurada, transparente y centrada en los objetivos, las empresas acaban menguando sus posibilidades hasta llegar a un punto de no retorno. Mientras que, las empresas que tienen unas bases fuertes proporcionados por una gestión sólida, son las que están más preparadas para superar los obstáculos, adaptarse a los cambios y prosperar.
Así, que, dicho de otra forma, la gestión empresarial es la palanca que permite a las empresas sobrevivir las dificultades, generar negocio de presente e ir creciendo con el paso del tiempo. Gracias a esta disciplina los negocios pueden:
- Realizar una administración de recursos materiales, inmateriales y humanos que les permita cubrir todas las áreas de negocio en el presente y futuro cercano
- Generar procesos de negocio eficientes con el objetivo de aumentar su productividad y crear productos y servicios de calidad que cumplan con las exigencias del mercado
- Establecer metodologías de trabajo que permitan a todas las parte cumplir con sus tareas, a la par que crear relaciones de trabajo estables que habilitan la colaboración entre equipos
- La gestión empresarial permite generar una jerarquía y cadena de mando que invita a la delegación de tareas.
- Al disponer de una estructura clara y una administración de recursos optimizada, es más sencillo afrontar las adversidades que pueden aparecer por el camino
- Cuando existe una administración bien engrasada, la competitividad de todas las áreas, así como de la empresa en general, aumenta.
- Ayuda a fomentar un ambiente laboral saludable, aumentando la satisfacción de los trabajadores y, por lo tanto, su implicación y productividad.
- Una buena gestión empresarial permite mejorar la reputación de marca, atrayendo nuevos inversores, talento humano y nuevos clientes constantemente.
10 puntos clave de la gestión empresarial
No cabe duda de que la gestión empresarial es la llave que permite a los negocios desbloquear su potencial y maximizar su rendimiento. Aunque no existe una forma única de gestión, pues cada CEO o equipo directivo tiene su propio metodología, hay varios puntos clave que, de una forma u otra, se deben cubrir para alcanzar el éxito.
1. Planificación
Al comenzar un nuevo proyecto o revisar las bases de uno en marcha es esencial establecer una planificación estratégica que marque los objetivos a conseguir y los pasos necesarios para alcanzarlos. Se debe plasmar en papel la misión, visión y valores de la empresa, así como identificar los factores clave de éxito y establecer indicadores de rendimiento para medir el progreso hacia los objetivos. Es importante realizar una planificación realista.
2. Organización
De nada sirve crear una estrategia increíble sobre el papel si después no puede llevarse correctamente a la realidad. Es esencial organizar eficientemente los recursos disponibles, así como definir claramente los roles y responsabilidades de cada miembro del equipo. Una buena organización también implica tener estructuras de comunicación eficaces y procedimientos operativos claros.
3. Comunicación
La comunicación se presenta como otros de los pilares de la gestión empresarial. Sin una comunicación interna y externa bien definida y fluida, los procesos pueden ralentizarse, los errores pueden aumentar y el ambiente laboral puede deteriorarse. Además, la comunicación efectiva con clientes y proveedores es crucial para mantener relaciones comerciales saludables.
4. Control
No solo es importante diseñar una buena estrategia de negocio y ponerla en marcha, sino que también es esencial comprobar que se está cumpliendo con lo pactado. Aunque cada empresa puede adoptar el método de control que prefiera, en general el control flexible y continuo es el más eficaz. Este implica realizar revisiones periódicas para evaluar el progreso, identificar desviaciones y tomar medidas correctivas si es necesario.
5. Inspirar, motivar y liderar
Ningún barco llega a su puerto solo, ni ningún equipo de trabajo puede alcanzar sus objetivos sin un líder efectivo. La gestión empresarial implica inspirar y motivar al equipo, proporcionando un sentido de dirección y fomentando un ambiente de trabajo positivo y productivo.
Los líderes del siglo actual han dejado atrás los mandatos autoritarios para adoptar estilos de liderazgo más participativos y democráticos, en los que se valora y se fomenta el aporte de cada miembro del equipo.
6. Cultura de empresa
La gestión empresarial también implica definir y fomentar una cultura de empresa que refleje la misión, la visión y los valores de la organización.
Esta cultura puede ser un factor determinante en la atracción y retención de talento, así como en la motivación y productividad de los empleados. También puede ser un factor clave a la hora de conseguir clientes o crear una reputación de marca competitiva y duradera.
7. Innovación tecnológica
Abrazar la innovación tecnológica es otro pilar esencial en la gestión empresarial actual. La adopción de nuevas tecnologías puede mejorar la eficiencia, reducir costes, facilitar la comunicación y abrir nuevas oportunidades de negocio. La digitalización de procesos y la adaptación al entorno digital son hoy en día prácticamente obligatorios.
8. Visión de futuro
Aunque la administración de los recursos de una empresa debe estar centrada en los frentes abiertos en el presente y futuro cercano, no se debe dejar de lado la visión a largo plazo. El rumbo presente debe estar orientado al punto de destino al que se desea llegar en algún momento, y aunque este puede ir cambiando con el paso del tiempo, lo ideal es no hipotecar la visión de futuro por decisiones presentes.
9. Adaptabilidad
Aunque se debe definir qué camino se quiere tomar y luchar por este, incluso en circunstancias difíciles, también es importante entender que el entorno empresarial es permutable.
La gestión realizada desde la dirección debe prestar atención a los posibles cambios dentro y fuera de la empresa, y en caso de que esta afecta de manera notable a los planes marcados, debe tener la capacidad de cambiar sus planes para adaptarse a la nueva realidad lo antes posible. De lo contrario, puede correr el riesgo de quedarse atrás.
10. Enfoque en el cliente
Por último, la dirección empresarial no puede perder nunca de vista que todo lo que se hace tiene como objetivo final satisfacer al cliente.
El cliente, sus deseos y sus necesidades son la razón de ser de cualquier negocio. Es por ello por lo que todos los esfuerzos de gestión deben estar orientados a entender a los clientes, atender a sus necesidades, superar sus expectativas y construir relaciones duraderas con ellos. Cada vez que se tomen decisiones, el cliente final debe estar presente.
¿Cómo coordinar efectivamente todos los aspectos de la gestión empresarial?
La gestión empresarial es sin duda el área clave que determina el éxito o fracaso de una compañía. Es un desafío diario que requiere de muchas habilidades, conocimientos, experiencia y un enfoque estratégico. La clave está en la planificación, la organización, la comunicación y la constante evaluación y ajuste de las estrategias y acciones.
En este aspecto, además de ya todo lo mencionado, la mejor forma de facilitar las tareas relacionadas con la gerencia y dirección de empresas es apoyándose en las herramientas disponibles. La tecnología se convierte en la gran aliada de los negocios en la era digital, ofreciendo soluciones de gestión integral que permiten coordinar todos los aspectos de la gestión empresarial de forma más eficiente y efectiva.
Slack se presenta como una de las aplicaciones más útiles a la hora de coordinar todas las áreas de una empresa y facilitar la comunicación interna.
Además, se puede integrar como muchísimas herramientas como Trello o Asana, que permiten gestionar proyectos y tareas de forma colaborativa, o como Google Workspace, que ofrece una serie de aplicaciones de productividad para la gestión de documentos, correos electrónicos, calendarios y más.
Muchas organizaciones emplean Slack junto con herramientas de análisis de datos como Power BI o Tableau, que permiten visualizar y analizar los datos de la empresa para tomar decisiones más informadas. También es común el uso de sistemas de gestión de relaciones con los clientes (CRM) como Salesforce, que ayudan a gestionar y mejorar las relaciones con los clientes.
Así, Slack, con el paso del tiempo, se ha convertido en un centro de productividad que permite unificar todas las áreas y llevar a cabo las estrategias diseñadas desde la gerencia de una forma más eficiente.