En últimos años, donde las habilidades blandas han ganado peso en el mundo laboral, la adaptabilidad al cambio se ha convertido en una de las skills más valoradas por las empresas, y a su vez, una de las más difíciles de encontrar. Así lo corroboran el 51 % de las organizaciones encuestadas en un estudio de Infojobs.
Por otro lado, y según un estudio de la Universidad de Sucre (Colombia), las pequeñas y medianas empresas del sector tecnológico que mejores resultados obtienen son aquellas que disponen de un programa dedicado a la innovación y la adopción de nuevas tecnologías.
Ambos estudios dejan claro que abrazar el cambio, en lugar de resistirse a este, es la mejor forma de afrontar los retos que van surgiendo, sobre todo en un mundo como el actual, donde todo van tan deprisa. A continuación exploraremos por qué la adaptabilidad al cambio es tan importante, tanto para los individuos como para las organizaciones, y cómo podemos cultivarla.
¿Qué es la adaptación al cambio?
Podemos definir la adaptación al cambio como la capacidad que tiene una persona o una organización para ajustarse a nuevas circunstancias o entornos, ya sea mediante la modificación de sus comportamientos o a través de la adopción de nuevas estrategias. Esta habilidad es fundamental en tiempos de incertidumbre y volatilidad, y puede marcar la diferencia entre el éxito y el fracaso.
Unas décadas atrás, en la cultura occidental, apenas se hablaba de la adaptabilidad al cambio como una habilidad clave. Incluso se premiaba la capacidad para tomar el control y dirigir las situaciones según los planes preestablecidos. Sin embargo, en el mundo laboral actual, lleno de incertidumbre y cambios rápidos, la adaptabilidad se ha convertido en un activo invaluable.
Asimismo, la influencia de ciertas culturas asiáticas como la china o japonesa también han cambiado nuestra forma de ver las cosas. En concreto, el principio filosófico Wu Wei, originario del taoísmo, defiende la idea de “no acción”, en el sentido de no forzar las cosas y permitir que las situaciones fluyan y evolucionen naturalmente.
De aquí surge la famosa frase de Bruce Lee “Be water my friend”, donde destaca la capacidad del agua para adaptarse al envase que la contiene. Todo ello se alinea perfectamente con la idea de adaptación al cambio, enfatizando la importancia de ser flexible y ajustarse a las circunstancias en lugar de tratar de controlarlas.
Tipos de habilidades de adaptabilidad al cambio
Más allá de la definición de adaptabilidad al cambio, hay que destacar que se trata de una habilidad que tiene su origen en diferentes partes de nuestro ser.
Según la educación recibida, experiencias de vida o su naturaleza innata, cada persona puede percibir los cambios de diferente forma, así como reaccionar ante ellos de manera distinta. En todo este proceso intervienen 3 grandes áreas de nuestro cerebro.
- Cognitiva: define cómo nuestra mente procesa los cambios y se adapta a ellos. La adaptabilidad cognitiva hacer referencia al pensamiento creativo, la resolución de problemas o la capacidad para tomar decisiones en situaciones nuevas o cambiantes.
- Emocional: la adaptabilidad emocional se refiere a cómo manejamos nuestras emociones frente a los cambios y cómo nos adaptamos emocionalmente a situaciones nuevas o cambiantes. Esto se relaciona directamente con nuestra inteligencia emocional y nuestra capacidad para manejar el estrés, la frustración y la incertidumbre.
- Experiencial: la adaptabilidad experiencial se basa en cómo nuestras experiencias pasadas afectan a nuestra capacidad para adaptarnos a nuevas situaciones. Nuestras experiencias previas, tanto buenas como malas, pueden influir en nuestra capacidad para manejar el cambio, proporcionándonos herramientas y estrategias para enfrentar nuevos desafíos
¿Por qué es tan importante saber adaptarse al cambio?
El siglo XXI está siendo sin duda una de las épocas de la humanidad donde se están sucediendo, uno tras otro y cada vez de forma más acelerada, cambios muy significativos en la sociedad.
Desde hace 150 años, la tecnología, primero con la revolución industrial y, más recientemente, con la revolución digital, está transformado constante y por completo nuestra forma de vivir y trabajar. Adaptarse a estos cambios rápidos y constantes es la única forma de prosperar en este entorno tan dinámico.
Desde los años 80, cuando los ordenadores empezaron a popularizarse en los lugares de trabajo, los cambios han sido enormes y cada vez más rápidos. En la actualidad, y sin haber finalizado lo que se conoce como transformación digital, la Inteligencia Artificial está irrumpiendo en todos los sectores del mercado, automatizando muchos procesos. En este escenario, La adaptabilidad al cambio se convierte en la clave por muchos motivos:
- Supervivencia: la teoría de la evolución de Darwin nos enseñó que las especies que sobreviven no son las más fuertes, ni las más inteligentes, sino las que mejor se adaptan al cambio. En un mercado laboral en constante evolución, la adaptabilidad es esencial para mantenerse relevante y competitivo.
- Crecimiento: los cambios se pueden afrontar como una amenaza o como una oportunidad. Si se opta por la segunda opción, no solo se consigue sobrevivir a ellos, sino que si somos capaces de hacerlo de forma ágil y con una mente abierta, podemos aprender de ellos, crecer e incluso descubrir nuevas vías de negocio o profesionales que no habíamos contemplado anteriormente.
- Aprendizaje: al adoptar los cambios con una actitud positiva y como una oportunidad, aprendemos nuevas habilidades y adquirimos nuevas experiencias. Esto nos permite evolucionar, tanto a nivel personal como profesional, y nos prepara para futuros cambios o desafíos. Esto a su vez mejora la capacidad de adaptarse al cambio.
- Resiliencia: la resiliencia es la capacidad de superar la adversidad y salir fortalecido de ella. Aprender a adaptarse a los cambios nos ayuda a desarrollar esta resiliencia, ya que nos permite manejar mejor el estrés y las dificultades que pueden surgir durante períodos de cambio.
- Competitividad: en un mercado cada vez más globalizado y competitivo, las empresas buscan profesionales que puedan adaptarse rápidamente a nuevas situaciones y desafíos, para, a su vez, convertirse en organizaciones que puedan hacer frente a la competencia. Del mismo modo, los trabajadores que pueden manejar y adaptarse a los cambios rápidamente son más valorados y tienen más probabilidades de avanzar en sus carreras.
10 formas de mejorar tu habilidad de adaptarse al cambio
Como hemos visto, cada persona tiene su propia forma de adaptarse al cambio, dependiendo de cómo procese la información, maneje sus emociones y aplique sus experiencias pasadas. Algunos pueden encontrar más fácil adaptarse a nuevos entornos o circunstancias, mientras que otros pueden necesitar más tiempo y apoyo para hacerlo.
Esto mismo ocurre con cualquier organismo vivo, incluido las organizaciones empresariales. De su filosofía de trabajo, actitud frente al cambio, cultura corporativa, liderazgo o talento disponible, cada organización puede tener una mayor o menor capacidad de adaptación al cambio. Lo bueno de esta habilidad es que se puede entrenar y mejorar constantemente. Ahí van algunas prácticas que pueden ayudarnos a conseguir el objetivo:
- Aceptar el cambio: tal y como sugiere el principio de no acción de la filosofía Wu Wei, la mejor forma de enfrentarse a los cambios es, en primer lugar, aceptar que son una parte inevitable de la vida y que, en la mayoría de los casos, están fuera de nuestro control. Aceptarlos es un camino más sencillo que luchar contra ellos.
- Flexibilidad: ser flexibles ante las nuevas situaciones nos permite adaptarnos más fácilmente. La flexibilidad implica estar dispuesto a modificar nuestras ideas, creencias o comportamientos cuando sea necesario, sin aferrarnos a ni estancarnos en lo conocido.
- Resolución de problemas: los problemas existen para ser resueltos. Si los vemos como oportunidades de aprendizaje y desarrollamos habilidades de resolución de problemas, el cambio será más manejable.
- Mentalidad abierta: mantener una mentalidad abierta nos permite ver los cambios desde diferentes perspectivas y estar dispuestos a considerar nuevas ideas. Esta actitud nos ayuda a adaptarnos a los cambios de manera más efectiva al permitirnos explorar nuevas oportunidades y soluciones.
- Practica la empatía: ponernos en el lugar de otras personas y tratar de entender sus puntos de vista y emociones nos puede ayudar a manejar mejor los cambios, especialmente cuando estos afectan a un grupo o equipo. La empatía puede mejorar la comunicación y la colaboración, dos aspectos clave durante los períodos de cambio.
- Formación: sin duda, una de las mejores forma de adaptarse a los cambios, sobre todo a nivel profesional, es estar siempre en constante aprendizaje. Cursos, talleres, webinars, libros, blogs, podcasts… hoy en día, gracias a Internet, tenemos a nuestra disposición una infinidad de recursos para aprender sobre cualquier área y estar preparados ante cualquier escenario.
- Atención en el presente: aunque el cambio puede estar a la vuelta de la esquina, de nada sirve estar permanentemente preocupado por el futuro o las posibles dificultades que puede traer consigo. Centrarse en el presente, actuar hoy para afrontar el mañana, es una buena práctica de adaptabilidad al cambio.
- Alimenta tu curiosidad: la curiosidad es sin duda un gran aliado de la adaptabilidad al cambio. Al mantener una mente curiosa, en lugar de temerosa y preocupada, estaremos más abiertos a explorar nuevas ideas, probar diferentes enfoques y, en definitiva, aceptar y abrazar el cambio.
- Salir de la zona de confort: aunque nos sintamos cómodos en lo conocido y salir de ahí puede resultar incómodo, es importante desafiar nuestras propias limitaciones y rutinas de vez en cuando. Experimentar cosas nuevas, explorar nuevos territorios o romper con lo habitual nos ayuda a ser más adaptables y a estar preparados para los cambios.
- Retos: cada vez que surja un cambio, ya sea en tu equipo de trabajo, en la empresa, o en la vida personal, enfócalo como un reto y una oportunidad para crecer. Ponerse retos y tratar de alcanzarlos es una excelente manera de desarrollar la adaptabilidad al cambio, ya que nos obliga a ajustar nuestras estrategias y a buscar nuevas soluciones cuando las cosas no salen como esperábamos.
Adaptarse al cambio en equipo con Slack
No cabe duda de que la adaptabilidad al cambio es una habilidad esencial en el mundo actual, donde los avances tecnológicos y las transformaciones sociales ocurren a un ritmo acelerado. Trabajar esta habilidad, aceptando y abrazando el cambio, se ha convertido en algo clave para personas, profesionales y empresas.
En este aspecto, la formación continua y una actitud de eterno aprendiz es esencial para mantenernos actualizados y preparados ante cualquier cambio que pueda surgir. Asimismo, en este viaje de adaptación al cambio, las herramientas tecnológicas, como Slack, pueden ser grandes aliados.
Esta nos permiten trabajar en equipo de manera eficiente, aumentar nuestra productividad y compartir conocimientos y experiencias. De esta forma, no facilitan la adaptación al cambio, convirtiéndolo en una oportunidad de crecimiento y evolución personal y profesional.