Un hábito es una tarea que desarrollas con tanta frecuencia que se vuelve casi automática, como echar un vistazo a tu teléfono cada cinco minutos por si recibes alguna notificación, el descanso para el café de media mañana o lavarte los dientes.
En lo que se refiere a hábitos en el trabajo, estas son las rutinas y acciones que realizas constantemente cada jornada laboral. Sin embargo, ¿estos hábitos están ayudando o perjudicando a tu productividad?
Una búsqueda rápida en línea te permitirá ver decenas de artículos sobre los hábitos de los millonarios más importantes del mundo y otras personas de éxito. Aunque esos artículos tienen consejos muy útiles, no siempre son los más realistas. Las personas que seguimos aumentando nuestras cargas de trabajo necesitamos algunos consejos rápidos sobre cómo desarrollar buenos hábitos.
La buena noticia es que da igual si trabajas en una oficina, de forma remota o con un sistema híbrido: desarrollar buenos hábitos laborales pueden ayudarte a conseguir el éxito en tu trabajo.
Hábitos: ventajas y desventajas
Generalmente, es más sencillo crear una lista de las cosas que se nos dan mal, en lugar de nuestras habilidades. Empecemos por ahí. Crear una lista de tus malos hábitos te ayudará a reflexionar sobre cuáles quieres evitar o reconvertir en hábitos más adecuados. Entre ellos podemos encontrar:
- La procrastinación.
- Demasiados descansos (o demasiados pocos).
- La falta de un plan u objetivo semanal.
- La desorganización y la facilidad para distraerte.
- Una mala comunicación.
¿Qué son los buenos hábitos laborales?
Aquellos procedimientos que te hacen sentir más eficiente, con mayor organización y decisión se consideran buenos hábitos en el trabajo. Cuando llegas a tu hora, cumples tus plazos y ofreces soluciones en lugar de problemas, tu trabajo empieza a brillar por sí solo.
Trabajar en equipo es mucho más que simplemente seguir una serie de reglas. También se trata de servir como ejemplo, comprometerte cuando es necesario y tener en consideración a tus compañeros y compañeras.
La importancia de la posibilidad de mejorar
¿Tienes tantas cosas que hacer que no puedes parar ni a respirar? ¿Hay tantas tareas pendientes que no sabes por dónde empezar? ¿Sientes que no paras de solucionar problemas y no consigues avanzar?
Sabemos cómo te sientes, es habitual. Por ese motivo, es importante saber cómo mejorar los hábitos laborales. ¿Te imaginas lo que se debe sentir si empiezas tu jornada sabiendo exactamente qué tareas vas a completar a lo largo del día? ¿Te imaginas saber cómo gestionar todas las distracciones que puedan surgir?
No importa si trabajas desde la oficina o desde tu salón, puedes tener todo bajo control y aumentar tu productividad con unos pocos cambios en tus hábitos. Algunos se pueden realizar concienzudamente, mientras que otros se pueden afrontar aprovechando la tecnología que tienes a tu disposición.
Tres consejos para mejorar los hábitos laborales
1. Actualiza tu rutina diaria
Comenzar el día con algo de ejercicio te permitirá concentrarte mejor a lo largo de la jornada. En lugar de agobiarte pensando en tener que madrugar y hacer 30 minutos de cardio, intenta repartirlos en pequeñas rutinas. Primero céntrate en ponerte tus zapatillas para correr. Una vez puestas, dar el primer paso es más sencillo.
Usa recordatorios y señales visuales para ayudar a reforzar los hábitos que quieres desarrollar. Deja las zapatillas para correr junto a tu cama, para que las veas cuando te vayas a dormir.
Usa una aplicación para Slack, como Pushupbot, para recordarte beber agua y estirar a lo largo del día. También puedes configurar recordatorios para recibir una notificación cuando sea la hora del descanso, de unirse a una reunión o de enviar tu informe.
2. Mejora tu concentración y limita las distracciones
La mayoría de las personas saben que tener un escritorio limpio y organizado reduce las distracciones. Sin embargo, tener un escritorio virtual limpio y ordenado también es muy importante. Reduce las distracciones ampliando al máximo la ventana en la que estés trabajando para que tape a las demás.
Las notificaciones pueden acabar con tu concentración. Desactiva las notificaciones de tu móvil, actualiza tu configuración para marcar como leído para evitar sentir pánico por perderte algo en un canal y limita las notificaciones de escritorio a menciones y mensajes directos.
Puedes configurar un horario para las notificaciones para desactivar los sonidos y pausar las notificaciones durante un periodo concreto.
Otro gran consejo es crear una lista de tareas al final de cada día. De esa manera, cuando comiences a trabajar a la mañana siguiente, podrás ponerte manos a la obra de inmediato.
3. Gestionar el estrés y ser flexible
Si algo parece muy tedioso, lo habitual es no querer hacerlo y dejarlo para más tarde. Debemos cambiar nuestra estrategia y centrarnos en los objetivos de la tarea. También podemos desglosar la tarea en pequeñas subtareas para alcanzar el objetivo general. Centrarse en los pequeños detalles hace que conseguir el éxito sea más fácil.
Es importante saber que cada persona tiene su mejor momento para concentrarse. Algunas personas tienen su momento de inspiración al comienzo de la jornada, mientras que otras necesitan que el café les llene de energía a media mañana.
Por tanto, ser flexibles respecto al trabajo es muy útil. Tal vez, usar un vídeo asíncrono para las puestas al día de cada jornada es una solución idónea para que cada miembro del equipo pueda verlo cuando mejor le convenga.
Puedes usar una aplicación como Range, que te solicita que pongas a tus compañeros al día en cuanto te conectes. Después, tanto tú como tus compañeros podréis rellenar los campos con vuestros planes diarios. De esta manera, todo el mundo sabrá todo lo que ocurre sin tener que interrumpir el trabajo de los demás para organizar una reunión de sincronización.
Consigue desarrollar mejores hábitos laborales
Lo sabemos: el cambio no es fácil. Sin embargo, realizar pequeños cambios puede mejorar tus hábitos laborales en muy poco tiempo. Configura recordatorios. Usa señales visuales. Ajusta tus notificaciones y aprovecha al máximo la tecnología que tienes a tu disposición.