¿Te has planteado en alguna ocasión qué estilo de liderazgo ejerces con tu equipo de trabajo? En un momento en que la transición digital avanza imparable y el contexto laboral cada vez se ve más abocado a los entornos híbridos, la gestión de grupos profesionales se ha convertido en todo un desafío para los responsables que deben adaptarse a las características, circunstancias y objetivos de los empleados.
Si bien existen infinidad de modelos de gestión, los entornos híbridos exigen elegir un estilo de liderazgo compatible con el desempeño en remoto y, en muchas ocasiones, combinar distintos enfoques. A continuación hablamos sobre cómo gestionar este tipo de equipos y cómo este enfoque determina el modo de guiar y motivar al grupo para que esté en sintonía con las metas empresariales.
¿Qué es el estilo de liderazgo y por qué importa?
A diferencia de los tipos de liderazgo, que hacen referencia a grandes categorías que definen distintas filosofías de dirección, el estilo de liderazgo se enfoca en el modo de comportarse, actuar y coordinar un equipo de trabajo por parte del líder.
Según el psicólogo estadounidense Daniel Goleman, el estilo de liderazgo es la forma en que se influye en otros para trabajar en el logro de objetivos comunes. Esto se logra a través de la iniciativa y la capacidad de convocatoria, gestión y evaluación. Por su parte, Blake y Mouton -psicólogo y teórica de gestión respectivamente- consideran que el estilo de liderazgo se halla entre el interés por las personas y el interés en la tarea.
En definitiva, hablamos de un concepto de una gran relevancia en los equipos de trabajo, tanto en el plano de la motivación por alcanzar los mencionados objetivos comunes como en la cultura de grupo y el modo de entender estas metas y desarrollar los procesos necesarios.
Estilos de liderazgo clave para entornos híbridos
Aunque existe un gran número de estilos de liderazgo, teniendo en cuenta el contexto actual conviene poner el foco en aquellos que resultan especialmente útiles en entornos híbridos: los empleados combinan el trabajo remoto y el presencial, un cambio que exige nuevas fórmulas en la gestión de equipos para mantener la motivación y propiciar la retención del talento.
Transformacional
El estilo de liderazgo transformacional conlleva una relación de confianza y apoyo mutuo con el equipo, que se ve inspirado y motivado por su gerente, con quien se encuentra alineado incluso a nivel emocional, también en trabajos remotos. El ejemplo más común en este estilo es Steve Jobs, quien se caracterizó por alinear a la perfección los objetivos de sus empleados con los de Apple.
Basado en la confianza / coaching
Por su parte, un estilo de liderazgo basado en la confianza es aquel en que el gerente deja gran parte de las responsabilidades en manos de su equipo. Se trata de un sistema de dirección similar al coaching, en el que el líder fomenta el feedback de los empleados y les ofrece cierta autonomía, fundamental en entornos híbridos donde se trabaja en remoto y la proactividad es clave.
Adaptativo y situacional
Tanto en el trabajo a distancia como en el desempeño presencial, el estilo de liderazgo situacional busca adaptarse a las distintas circunstancias en las que trabaja el equipo y, sobre todo, a las características de cada uno de los miembros que lo componen. De este modo, el estilo varía en función de las necesidades y objetivos de la empresa y de los empleados.
Democrático o participativo
Finalmente, el último de los estilos de liderazgo más adecuados para dirigir equipos de trabajo híbrido es el democrático. Nuevamente, hablamos de una apuesta por el empoderamiento de los empleados, que corresponden con su compromiso y colaboración para contribuir en el logro de los objetivos.
Herramientas de comunicación y gestión de proyectos como Slack, que ofrecen multitud de posibilidades como la realización de encuestas, son claves en el estilo de liderazgo participativo.
Cómo elegir el estilo de liderazgo correcto
En primer lugar, un líder debe analizar el contexto profesional en el que se encuentra para decidir qué estilo de liderazgo aplicar. En función de las características de su equipo, como autonomía, madurez o número de componentes, de las tareas particulares y de los objetivos generales, será conveniente optar por una tendencia u otra en la gestión.
De hecho, en muchos casos lo más recomendable es optar por una combinación de algunos de los distintos estilos mencionados, como el transformacional y el transaccional o el participativo con el situacional, entre otros. Así, el líder decide qué variante aplicar y en qué momentos corresponde priorizar la participación, el coaching o una dirección jerárquica algo más vertical, por ejemplo.
Slack como palanca para implementar tu estilo de liderazgo
Slack es la herramienta idónea para liderar equipos, independientemente de cuál sea tu estilo de gestión, sobre todo cuando se trata de entornos híbridos en los que la comunicación remota es la tónica habitual. Por otra parte, la propuesta de comunicación asíncrona combinada con infinidad de herramientas para facilitar la conversación -como encuestas, hilos o emojis- propician un desarrollo más eficiente de los procesos.
La posibilidad de desarrollar distintos canales y clasificarlos temáticamente convierte a Slack en el escenario ideal para desarrollar modelos de gestión participativos o de coaching, donde los miembros tienen la opción de exponer y argumentar sus ideas y propuestas.
Asimismo, estilos como el liderazgo adaptativo y transformacional también se ven reforzados con Slack gracias a la posibilidad de visualizar objetivos, la integración y los recordatorios, muy útiles en proyectos basados en sprints. En definitiva, es un contexto ideal para gerentes que deben hacer un seguimiento habitual en el desarrollo de las tareas pertinentes.
Buenas prácticas para líderes en entornos híbridos
Y si hablamos de estilos de liderazgo en entornos híbridos, resulta evidente que nos encontramos ante un cambio de contexto y, por consiguiente, de paradigma: trasladar aspectos como la confianza, el respeto y la motivación a espacios alejados físicamente puede ser complejo. Para resolverlo, las formas de gestión también deben cambiar y basarse en una serie de buenas prácticas que otrora no eran tan comunes:
- Comunicación constante y equitativa para mantener al equipo conectado y activo de forma constante.
- Fomento de la cultura y el sentido de pertenencia empresarial pese a la distancia, de modo que se compartan objetivos, motivaciones y logros.
- Uso de métricas orientadas a resultados, no solo seguimiento de la actividad: el modelo de trabajo por horas ha dado paso al desempeño por objetivos.
- Formación del equipo en herramientas digitales como Slack, que permiten trasladar a un entorno remoto los niveles de trabajo del plano presencial.
- Implementación de nuevas dinámicas como el coaching, el feedback bidireccional o la autonomía en el trabajo, soft skills imprescindibles en la actualidad.
Preguntas frecuentes (FAQ)
Pese a la simplicidad del concepto, los estilos de liderazgo, la variedad de posibilidades que implican y su aplicación, sobre todo en entornos híbridos, pueden generar algunas dudas. Slack es una herramienta ideal para la gestión de grupos que trabajan en remoto de modo constante o alterno, lo que nos permite responder con autoridad a todas estas cuestiones:
¿Qué es un estilo de liderazgo y por qué es relevante en entornos híbridos?
Un estilo de liderazgo es el modo en que el líder de un equipo profesional lo gestiona y lo dirige en el desarrollo de proyectos y el logro de objetivos. Esto es fundamental en entornos híbridos, en los que el reto de liderar es mucho mayor, teniendo en cuenta la combinación de la presencialidad con el trabajo en remoto.
¿Cómo saber qué estilo de liderazgo debo aplicar en mi equipo?
Para decidir qué estilo de liderazgo aplicar en cada caso es importante estudiar las características del equipo en cuestión, como su nivel de madurez y autonomía, y el escenario en que se encuentra con respecto a objetivos, urgencia de las tareas y herramientas disponibles para trabajar.
¿Puedo combinar varios estilos de liderazgo a la vez?
El modelo situacional es el estilo de liderazgo que permite combinar distintos enfoques en la gestión de un mismo equipo. Por ejemplo, un líder puede ejercer un estilo directivo en situaciones críticas, pero habitualmente proponer un sistema participativo en el planteamiento de objetivos y la toma de decisiones, o aplicar el coaching en el seguimiento de las tareas y la motivación del equipo.
¿Cómo ayuda Slack a implementar un estilo de liderazgo participativo o transformacional?
Estos dos estilos de liderazgo plantean una relación de cercanía con el equipo y un sistema de jerarquía horizontal: el líder transformacional promueve la confianza y el apoyo mutuo y el gerente participativo propicia la colaboración de todos los miembros. Slack propone distintas líneas comunicativas, tales como los hilos, los canales, las encuestas y la visibilidad de objetivos, que facilitan la aplicación de estos modelos.
¿Qué errores se deben evitar al aplicar estilos de liderazgo en entornos híbridos?
El principal error en el liderazgo en entornos híbridos sería excederse en la supervisión, ya que marca una tónica de desconfianza en el equipo que acaba siendo recíproca. Algo similar sucede cuando se propicia la falta de equidad entre los miembros o cuando la comunicación se limita meramente a lo formal; en este sentido, Slack permite crear en paralelo canales de conversación informal que fomentan la consolidación del grupo.
Adapta el estilo de liderazgo a tu equipo, herramientas y objetivos
En definitiva, independientemente del estilo de liderazgo escogido a nivel general, un buen gerente es aquel que sabe adaptar el enfoque de su dirección al contexto en que se encuentra. Esta capacidad cobra especial relevancia en equipos híbridos, donde el trabajo en remoto hace necesaria una mayor participación del equipo a través de herramientas de comunicación como Slack.
Y es que, con un solo vistazo a Slack encontrarás infinidad de posibilidades que facilitan, no solo la mencionada comunicación entre los miembros del equipo, sino también la diversidad de canales que permiten gestionar al mismo tiempo los proyectos profesionales y la conversación informal. De este modo se ven impulsados el sentido de pertenencia y la cultura empresarial, fundamentales en entornos de trabajo híbridos.