¡Bienvenido a bordo!
La manera en que una empresa da la bienvenida a sus nuevos empleados dice mucho de ella; algunos incluso afirman que lo dice todo.
El proceso de incorporación no es solo una demostración de la cultura de tu compañía, sino que es una de las interacciones clave con el empleado que define, crea y fomenta esa cultura.
Hazlo de la forma correcta y obtendrás beneficios:
- Los nuevos empleados tendrán un mejor concepto de la empresa
- Alcanzarán el nivel máximo de productividad en menos tiempo
- Estarán en mayor sintonía con los objetivos de la empresa
- Estarán más comprometidos
- Se quedarán más tiempo
Hazlo mal y todo empezará a desmoronarse: la gente se comprometerá menos, les costará más alcanzar un buen nivel de productividad y se marcharán antes.
En resumen, el proceso de incorporación es un proceso clave de RR. HH. De hecho, este tipo de experiencias positivas para los empleados supone el motor que impulsa a las empresas de mayor éxito del mundo.